Hoy puede ser tu último día

La pasada noche, mientras volvía a casa en el coche y esperaba a que el semáforo se pusiera en verde me encontraba con las ventanillas bajadas escuchando tranquilamente la música de la radio. El cielo oscurecido tronaba y presagiaba una fuerte lluvia veraniega. No sé por qué motivo, me dio por mirar hacia la derecha, cuando una señora que no sé de dónde salió, con un chubasquero de plástico de color azul y un papelito verde en la mano, me hizo la siguiente afirmación, acompañada de una interesante pregunta:

"Hoy puede ser tu último día, ¿estás preparado?"

Te preguntarás por qué te cuento todo esto. Desde ya hace un tiempo, he cogido la buena costumbre de mantener conversaciones conmigo mismo y esta anécdota me hizo profundizar en un tema que me gustaría compartir contigo y que reflexionáramos juntos.

Por un lado, ¿hoy puede ser mi y tu último día? Estoy convencido de que SI. No tengo la menor duda. No sabemos en qué momento la muerte se presentará con su guadaña para hacernos parte de su ser. Cada vez con mayor frecuencia escucho relatos en los que las personas que tienen muy presente este concepto viven con mucha más plenitud su día a día que la inmensa mayoría de las personas que me rodean. Y es que la muerte es fuente de motivación para muchos, pero ese es un tema que trataré en otro momento.

¿Estás preparado? Convencido de que NO. Aquí surge mi pregunta. ¿Se puede estar preparado para la muerte? ¿Qué piensas? Mi opinión es que no es la pregunta más acertada, aunque puedo estar equivocado. No sé cuál era la intención de esta señora al hacerme dicha pregunta, pero tal vez el papelito verde que portaba contenía la fórmula para estarlo. No lo sé. Tampoco me apetece hacer ningún juicio. Lo cierto es que me quedo con la duda.

Al "hoy puede ser tu último día", hubiera añadido preguntas que te animo a que te respondas a ti mismo.

¿Has llevado la vida que has querido?

¿Qué dejas tú a este mundo?

¿Qué harías si supieras que hoy es el tu último día?

Yo sigo dándole vueltas a mis respuestas. Es mi forma de trabajar el autoconocimiento. El autoconocimiento como camino del ser. El ser y no el tener como meta en la vida.

Ahora soy yo al que le gustaría estar con un chubasquero azul, en un cielo oscuro lleno de truenos mientras esperas a que el semáforo se pone en verde, para preguntarte por la ventanilla de tu coche...

"Hoy puede ser tu último día, ¿qué vas hacer?

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