top of page
  • Wix Facebook page
  • Wix Twitter page
  • Wix Google+ page

Un café, por favor.


Una taza de café. Es algo cotidiano, algo instaurado en nuestro día a día. Antes de incluso salir el sol, las cafeteras trabajan sin cesar. Espresso, capuccino, con leche, cortado, irlandés, americano, para llevar, para tomar, de máquina, de sobre y un largo etcétera para hablar de la multitud de posibilidades de las que podemos disfrutar.

Y si es cierto que no vengo a hablar de lo bueno que puede saber un café, sí que os voy a contar cómo deseo tomar el café y lo que significa en el estilo de vida en el que trabajo.

Seguramente tomo algo más de café que el recomendado, pero hay uno que hoy por hoy, no lo cambiaría por ninguna otra bebida. Es un café especial, único, diferente. Disfruto de su aroma, en ocasiones tiene olor a tierra, en otras es más dulce. Es amargo, con cuerpo, su color en ocasiones más marrón en otras negro. Así gusto y veo el café. No soy ningún experto en catar café, simplemente lo disfruto.

¿Qué hace tan especial este café? Es muy simple, sólo te pido que estés atento porque te voy a contar el secreto del café diario más bueno de mi mundo. Cuando tomo ese café... sólo existe ese café. Así de simple, no hay más. Y digo simple, pero no fácil. Si no lo crees, te animo a que lo pruebes. Porque hay cafés llenos de pensamientos, inquietudes, lamentaciones, idas de olla, cabezonerías, problemas, ilusiones, etc., pero en esos cafés, no está la esencia del mismo. El café es simplemente el medio por el cual das una excusa a tu cabeza para seguir dando vueltas alrededor de uno, dos o millones de pensamientos.

Lo que te planteo en el día de hoy, es que te hagas o pidas un café. Céntrate en el café, en cómo lo ves, cómo huele, cómo entra lentamente en tu boca, llenándola de matices y un sabor inconfundible, para posteriormente pasar por tu garganta calentito y fuerte. Seguramente irán y vendrán pensamientos. Acéptalos y déjalos pasar. Vuelve a poner el foco en tu café, en su aroma, en su textura, en su sabor. Es el momento entre tú y tu café. Solos tú y él.

Y quizás te estés preguntando para qué me sirve esto más allá de tomar un buen café. Es sencillo, este simple hábito rutinario me enseña y me hace integrar la capacidad de poner foco en las cosas. Mientras realizo un informe, tengo el foco en el informe, mientras juego con los niños, estoy con los niños, mientras leo, simplemente leo. Y de esta forma muchas de las cosas que realizo en mi día a día. Esto a su vez me permite ser más efectivo, es decir, sacar más partido a mi tiempo y por tanto o bien tener más tiempo o poder hacer más cosas. Todo esto lo tengo a cambio de tomarme el mejor café de mis días.

¿Como te gusta el café a ti?

Posts Destacados
Posts Recientes
Búsqueda por Tags
No hay tags aún.
Conéctate
  • Google+ Long Shadow
  • Facebook Long Shadow
  • LinkedIn Long Shadow
  • Twitter Long Shadow
bottom of page