El reto y la chispa
- Miguel Ángel Colchero
- 22 jun 2017
- 5 Min. de lectura

La semana pasada diferenciaba dos tipos de retos, uno más enfocado a lo que es un proyecto de vida y otro al que denomino microproyecto, que se caracteriza por tener fecha de inicio y fecha de fin ya que la acción de enmarcarlo temporalmente es fundamental. El reto en sí, como herramienta para conseguir aquello que necesito, en ocasiones puede ser sentirme mejor conmigo mismo, realizarme personalmente, mejorar en un determinado campo o, en otras, simplemente algo inmediato como la búsqueda de adrenalina y emociones.
Estoy seguro de que sobre todo en fechas claves, como el final del verano o del año, se nos crea una necesidad imperiosa de marcarnos "nuevos" objetivos. Aprender un idioma, adelgazar o hacer deporte son todo un clásico. Todos ellos implican que integres nuevos hábitos y es aquí donde reside lo complicado. Es por ello, que lo primero que te planteo es que tengas una conversación contigo mismo antes de hablar de ese nuevo reto que tienes por delante.
A continuación te presento un decálogo que te acercará a la consecución de tus metas más deseadas:
1- Antes de empezar ten una sana conversación contigo mismo. Coge un bolígrafo y anota tus respuestas en un papel, muy importante.
¿Quieres realmente conseguir aquello en lo que has pensado? Si la respuesta es NO, no pierdas más tiempo.
¿Cómo de importante lo calificarías en una escala del 1 al 10? Cuantificar tu retos te ayudará a priorizar.
¿Qué estas dispuesto a "sacrificar"? Si no estás dispuesto a sacrificar nada olvídate y no pierdas más tiempo.
¿Por qué lo quieres hacer? Tenlo lo más claro posible, esta pregunta te ayudará en los momento más complicados. Súbrayalo con fosforito.
2- Céntrate en un objetivo. En muchas ocasiones tendemos a marcarnos varios objetivos en un mismo período de tiempo, sobre todo en épocas como año nuevo o después de vacaciones. Esto acaba siendo un error o al menos dificulta la consecución de tus metas. Centra tus fuerzas en conseguir uno, la concentración de energía, pensamiento y tiempo te facilitará que logres aquello que te propongas.
3- Define tu objetivo. No vale que te propongas "perder peso", "aprender un idioma" o "hacer deporte". Definelo con exactitud. Debes saber si lo has conseguido o no, si estás en el camino correcto, cuánto te queda por recorrer, etc. Ejemplo: "Perder 10 KG de peso", "Facturar 250.000€", "Hacer deporte 45 minutos, 3 días a la semana", etc.
4- Define tu objetivo en positivo. Por ejemplo, en vez de "no ver la tele después de cenar" puedes utilizar "leer después de cenar". Antonio Damasio, premio Príncipe de Asturias nos enseña que el tener un objetivo precedido de "no" nos hace recordar aquello que queremos evitar y se convierte en un deseo más complicado de esquivar. Es por ello que la forma en la que lo reformulamos ayuda. No es que sea algo concluyente, pero toda ayuda es positiva para lograr aquellas metas que tanto nos cuestan.
5- Visualiza, siente, escucha el logro de tus objetivos. Este es un ejercicio positivo a realizar durante lo que constituye el período que se ha decidido dedicar a la consecución de dichos objetivos y, sobre todo, en los momentos donde continuar se hace difícil y complicado. Visualiza cómo será conseguir tu objetivo, qué vas a escuchar, qué sentirás tras alcanzar la meta, cuáles son tus sensaciones al llegar. Eres capaz incluso de sentir aquello que buscas, sólo tienes que concentrar tu mente en el resultado. Pruébalo , te aseguro que te ayudará y será determinante.
6- Haz que tus objetivos sean medibles. Define cómo lo vas a medir y qué puntos de control vas a utilizar. Todo esto debes hacerlo al inicio. Empezar con un plan hará que tus acciones merezcan la pena y no viajes sin rumbo o con destino a la pérdida de tiempo, esfuerzo, pensamiento y energía. Dibuja tu propio mapa.
7- Sé tu mismo, busca una evolución en tu persona. La consecución de un nuevo objetivo o de un nuevo hábito te obligará a ser una mejor versión de ti mismo. Esto no quiere decir que tengas que ser otro. No puedes pasar de ser una persona que odia el deporte, a ser el abonado a todas las clases de spinning, quizás tengas que evolucionar gradualmente y pasar de subir en el ascensor a subir las escaleras y otras pequeñas acciones que te permitan alcanzar aquello que deseas. Dejar de ser uno mismo, es más complicado que lograr metas, no te pongas trabas tú solo.
8- Objetivos alcanzables. Juega para ganar, no compres un pase a la frustración. Mi consejo es que te marques un objetivo exigente, pero siempre alcanzable. Que sea exigible te dará ese plus de emoción cuando lo consigas, pero siempre debe ser una meta que tú puedas alcanzar. Aquí no importa lo que hacen los demás lo importante eres tú, ganarte a ti mismo, ser mejor mejor mañana de lo que eres hoy.
9- Repite acciones. La repetición nos permite que nuestro plástico cerebro automatice nuevos hábitos. Salir a correr, comer fruta, estudiar una hora, etc, repite, repite y repite. Estoy seguro de que en alguna ocasión habrás oído habar de 21 días de repetición para adquirir un hábito, en otras ocasiones se habla de 66, pero mi punto de vista es que no hay un número de días fijos, sino que ello depende de la persona y del hábito u objetivo. En mi caso, la consecución de los primeros 21 días me resulta sencillo y es precisamente en ese punto cuando mis defensas empiezan a bajar, es en ese preciso instante donde en alguna que otra ocasión me he encontrado cara a cara con la "derrota". Favorezco la opinión que marca los 100 días como punto de partida para admitir que he adquirido un nuevo hábito, lo cual me capacita para alcanzar un máximo de 3 nuevos hábitos por año. Me parece que es una cifra más que importante ya que trabajo directamente sobre el "ser", un ámbito nada fácil de instruir.
10- Lo importante es la CHISPA. En los momentos en los que caes, las cosas no salen tal como lo has planeado o te cuesta superar ciertas barreras, siempre ten presente la chispa que encendió el inicio de tu camino. Recuerda aquello que sentiste cuando te propusiste hacer deporte, aprender un nuevo idioma, viajar por todo el país, comer más sano, etc. No olvides esa chispa, busca un gesto, una imagen, un sonido que te recuerde que la chispa es parte de ti y que si hoy desistes, si hoy te rindes, la chispa volverá a aparecer y habrás perdido la oportunidad de continuar. No pasa nada si caes, levántate. Es aquí donde triunfan los más grandes. Que haces dieta y un día caes en la tentación de pasarte con los dulces... ¡Pues nada!levanta la cabeza y recoge el pensamiento que subraya lo importante de continuar con la práctica o rutina que empleas cada día para conseguir afianzar tus acciones diarias hasta convertirlas en hábitos. Levántate y continúa para hacerlo mejor la próxima vez, convierte el día, semana, mes que sigue en un paso adelante, una mejora.
Espero poder ayudarte con estas pequeñas propuestas que a mí realmente me funcionan. Solamente tú puedes conseguir tus objetivos, tú eres dueño de tus acciones. Busca tu momento, mira al frente y dirígete hacia aquello que deseas. Hoy puede ser un buen día para hacer las cosas de forma diferente, confiar en lo que le funciona a otros, hoy quizás puede ser un buen día para empezar a lograr aquello que deseas, ¿sientes la chispa? Ánimo, tú puedes.
"El éxito ocurre cuando tus sueños son más grandes que tus excusas".
Commentaires